Hartos de pasear por las calles de Colmenar Viejo teniendo que sortear excrementos de mascotas, los vecinos de esta localidad madrileña llevan bastante tiempo pidiendo al Ayuntamiento que tome medidas al respecto.
Y, finalmente, el consistorio ha puesto en marcha una novedosa medida: contratar los servicios de un detective privado para que siga a todos aquellos que no recojan las defecaciones de sus animales de compañía y los depositen en el contenedor de basura correspondiente.
Obtención de pruebas
La idea es que el investigador profesional vigile, en diferentes días y a diferentes horas, los diferentes espacios públicos en los que, hoy por hoy, se recogen un mayor número de excrementos.
Asimismo, grabará en video a los dueños de las mascotas que infrinjan la normativa municipal que obliga a recoger las deyecciones para poder tener una prueba gráfica con la que tramitar la correspondiente denuncia.
Previamente, y para que la medida no pille tan de sorpresa a los propietarios, dos actores disfrazados de detectives al estilo Sherlock Holmes han estado recorriendo las calles de la ciudad informando sobre la campaña y repartiendo unos dípticos.
En ellos, se recuerdan los 27 espacios –pipicanes- que hay actualmente repartidos por toda la localidad y que están especialmente destinados a que los perros puedan realizar allí sus deposiciones sin riesgos.
Concienciar a los dueños
El objetivo final, tal y como ha explicado el alcalde de Colmenar, Miguel Ángel Santamaría, es concienciar a los dueños de los animales que no recogen los excrementos “por pereza, asco o porque no cree que pueda estar siendo observado por alguien".
Por ello, desde el Ayuntamiento se confía en el efecto disuasorio de la campaña para modificar esta conducta “por cuestiones de higiene, estética e, incluso, de salud, ya que las heces de los perros pueden contener parásitos que afecten a los niños en caso de que las defecaciones estén en parques infantiles", ha justificado la concejala de Medio Ambiente, Antonia García.